El 1 de julio se firmó un acuerdo de reforma de las pensiones tras meses de filtraciones y oscurantismo, retrasando los cambios impopulares.
El 1 de julio pasado, se firmó un acuerdo parcial de reforma de las pensiones. Después de meses de negociación, Gobierno, Patronal y los dos sindicatos mayoritarios, han preferido partir la reforma en dos, acordar los “temas más sencillos” y dejar para 2022 las materias más complejas, aquellas que más perjudican a los trabajadores y trabajadoras.
Esta reforma pretende la implantación generalizada de los planes de pensiones de empresa con adscripción automática del trabajador, abre una peligrosa puerta a la privatización del sistema; amplía la edad de jubilación; extiende la cotización de 25 a 35 años para el cálculo de la pensión y elimina el tope máximo de cotización entre otros contenidos. Se trata de un tema muy sensible que nos afectará a todos los trabajadores y trabajadoras y que requiere que todos los actores sociales estén presentes, para que, con su consenso y participación, se puedan alcanzar los acuerdos globales y así, la nueva reforma sea sostenible y no perjudique a los de siempre.
Por la transcendencia de lo acordado os adjuntamos un documento en el que la USO analiza el acuerdo y la reforma propuesta por si es de vuestro interés.